lunes, 3 de octubre de 2011

Empezar la casa por el tejado

Dice el dicho popular que lo que mal empieza, mal acaba. En Avilés llevamos demasiado tiempo empezando mal: Saneamiento de los residuos urbanos e industriales, problema ferroviario, arteria del puerto, variante de Avilés, problemas con los vertidos y los contaminantes industriales, rehabilitación del casco histórico, limpieza de la ría.... y un muy, muy largo etcétera.
El centro Niemeyer nace, como maniobra de trilero, con ocasión del lamentable debate político sobre el soterramiento de las vías del ferrocarril, durante la campaña electoral municipal y autonómica de hace ya más de dos legislaturas.
Este asunto ha sido desde el principio una tomadura de pelo para los ciudadanos, un derroche y un lujo inútil. Es la guinda sin el pastel; es la casa empezada por el tejado; es la medida de lo que somos, de donde estamos y de la opinión que le merecemos a algunos políticos.
Después de cuarenta y tres millones de euros de gasto en la instalación y varios cientos de miles más en gastos de implementación y funcionamiento (de los que no se quiere rendir cuentas)... queda, aún, un enorme camino de gasto y derroche por delante.
¿Qué futuro aguarda a este bodrio cuando todo está en manos de gentes incapaces de dar más argumentos que la petición de adhesiones inquebrantables?

Triste Avilés

No hay comentarios: